sábado, 9 de abril de 2011

• Yo no Quiero Ser Famosa •

Foto: Pablo Stubrin
Pilar Gamboa llega puntual a la cita. Saluda tímida y suave, y sólo con ese intercambio, cualquiera podría creerle el estilo pudoroso. Pero con un poco de tiempo de escuchar a una de las actrices que lidera el rating de la tevé en Los únicos, la cosa cambia. Hija de vascos, dice que no para hasta que logra su cometido. Y así parece: el 25 de abril parte rumbo a Europa, donde girará durante un mes en festivales de teatro con la obra El pasado de un animal grotesco.

–¿Cómo fue su desembarco en Pol-ka?

–Parece que Suar me había visto en el teatro y quiso que trabajara con ellos. Esta es la primera vez que trabajo en una tira. Diaria, con diez horas de grabación.

–¿Y cómo se siente una joven que viene del teatro?

–Al principio fue raro, pero soy una persona tranquila. Para mí la actuación es pura investigación. Quise ver cómo se actuaba en tele. Nunca lo busqué, pero cuando me surgió la propuesta, acepté. Fue difícil acostumbrarme a cómo se trabaja en televisión. En teatro yo trabajo hace bastante tiempo sólo con gente que conozco hace un montón de años. Tengo dos grupos con los que trabajo hace ocho años. Siempre trabajé con gente a la que admiro mucho, pero además son mis amigos. Con la tele me surgía la duda de cómo se trabaja con gente a la que conozco. La experiencia está siendo buena, me divierto. Ese es el termómetro.

¿No hay nada por la que la pase mal?

–Es que yo tengo mi mundito. No la paso mal, de hecho aprendí mucho. Aprendí a trabajar a tres cámaras. Algunos compañeros trabajan en la tele desde hace años. Los veo trabajar y aprendo. Tienen la percepción de la cámara que yo no tengo. Además, gano un poco de plata. Con el teatro yo vivo, pero ahora gano un poco más. Y si viene de la actuación, estoy agradecida.

–Cuando trabajaba sólo en teatro, ¿hacía cosas extras para subsistir?


–Trabajé durante muchos años en YPF, en Serviclub, con la tarjeta de puntos. Entregaba los premios. En un momento, ya estaba con la cabeza muy quemada, no me lo banqué más. Al principio fue divertido, pero después recibí mucho maltrato. Tenés que dar la cara por algo que no tiene nada que ver con vos. Fue una decisión muy importante dejarlo porque yo no tenía una economía estable. Después hice muebles, con una técnica que se llama decoupage. Al mismo tiempo actuaba en dos obras de teatro. Pero nunca tenía plata. Hace un año que estoy más tranquila. Y ahora me voy de gira con El pasado… durante un mes.

–¿Y cómo lo resuelve en la tira?

–Me mandan a una misión en Londres (risas). Y después vuelvo. Lo arreglamos antes de empezar. Es que cuando uno hace teatro, no imagina que lo está viendo esa clase de gente, productores de tevé. Durante mucho tiempo soñé con viajar con las obras de teatro. Es como una gira de rock. Se me dio todo junto. Y yo no iba a abandonar mi viaje. Me dijeron que arrancara igual.

–Pareciera que Suar empezó a sumar actores de teatro independiente a sus tiras.

–Me parece espectacular. Hay tanta gente talentosa en el mundo del teatro independiente, actores muy formados. Yo estudié con Bartís. Él arma actores que pueden improvisar y armar su propia escena. Sólo se trata de una cuestión de fe.

–Y los compañeros de teatro, ¿lo sintieron como una traición?

–Ya somos todos grandes. Tengo 31 años, y ellos saben que tengo lo artístico puesto en el teatro. Es el lugar que me emociona por completo. El teatro es como mi laboratorio. La repetición de lo mismo durante las funciones tiene algo mágico. Obviamente cuando me ofrecieron esto lo hablé con mis dos grupos de teatro, y me dijeron que le diera para adelante. Yo no quiero ser famosa. Hay prejuicios de los dos lados. Ni es el bien el teatro, ni el mal la televisión. Yo no pienso las situaciones en términos de la carrera. Lo hago, ¿me gusta? ¿Me sirve?, pero para mi búsqueda personal. Tengo muy claro lo que sí me interesa y lo que no, como actriz.

–¿Existe el prototipo del actor de teatro y el de la televisión?

–No me fijo demasiado en eso. Estoy más atenta a cómo se actúa, cómo llegar a la verdad y no al artificio del actor.

–¿Ve tele?
 
–No mucha porque no tengo demasiado tiempo. Soy muy fanática de las series. Me parecen literatura.

–¿Consume literatura o es una chica audiovisual?


–Leo mucho. De toda la vida, mis viejos son lectores. Siempre tengo un librito conmigo. Voy en el colectivo, leo, en el subte y leo. Me gusta leer, es una actividad espectacular.

–¿Tiene la fantasía de trabajar afuera, como tantos actores?

–No, no la tengo. Tengo un mundo muy construido acá. No lo abandonaría, me costó mucho tiempo y sacrificio conseguirlo. Si me llama Almodóvar para una película, obvio que voy. Pero no me quedaría en Europa a probar suerte. Acá tengo mi historia. Tengo una vida linda.



No hay comentarios:

Publicar un comentario