sábado, 22 de enero de 2011

• Acassuso •

Un grupo de maestras de escuela, en los confines de Merlo, en las fauces hambrientas del conurbano.
De pronto, la noticia: heroicos e inteligentísimos ladrones han dado un golpe en Acassuso, el más espectacular de la historia criminal argentina, sin disparar un solo tiro. Y se han robado un Banco Río, con túneles, rehenes, poemas.
Envaletonadas por la idea, estas heroínas anónimas de la tiza y del contralor darán -a su vez- su modesto pero inequívoco golpe.
A quien crea que la docencia es una tarea que una elige, le decimos: no. A quien crea que la escuela es un segundo hogar, también le decimos no.
La docencia es algo que “nos” elige, y si bien nos resistimos como bueyes a este trabajo que tiene más zonas negras que gratificaciones, muchas de nosotras hacemos de esa resistencia una vocación, y dale que vamos. A quien crea que un segundo hogar puede tener el aspecto de un manicomio, que con todo respeto es lo que más se parece a la escuela 78 del distrito escolar Merlo, yo le digo que no. Que ni educadores ni educandos encontrarán allí algo parecido a un hogar.
Pausa.
El chumbo estuvo siempre. Que algunas directoras, e incluso porteros, van armados a la escuela no es una novedad, mal que le guste. A lo mejor Su Señoría recién se desayune con esto y en ese caso yo le digo a Su Señoría: “Bienvenido al mundo real”, con todo respeto.
¿Sigo?
Yo preferiría las preguntas puntuales, las que me quieran hacer.
Y si alguien se piensa que la escuelita 78 es muy diferente de otras escuelas, a ése le decimos también: no.

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